Según cita la AOTA (Asociación Americana de Terapia Ocupacional) un 5-15% de los niños pueden presentar algún desorden o trastorno sensorial (dado por una interpretación y respuesta en más o en menos a estímulos visuales, auditivos, olores, sabores, texturas y en la percepción de movimiento y posición).
Esto puede hacer que festejos como Halloween que están llenos de ruidos y estímulos visuales sea algo difícil de disfrutar.
Si bien por estos lugares Halloween es una fiesta en proceso de crecimiento, es una realidad que año a año va tomando más importancia sobre todo en los pequeños.
Por acá te dejo algunos consejos para que el disfrute sea para tod@s:
- Anticiparnos a lo que va a suceder, explicándoles de qué se trata este festejo y que actividades se realizan. Eso les va a dar seguridad en el momento de vivenciarlo.
- Es muy importante explicarles a l@s niñ@s que en este tipo de eventos se dejan de lado algunas reglas de convivencia y seguridad como por ejemplo golpear la puerta de casas de extraños y aceptar golosinas, que es algo exclusivamente de este día para no producir confusión al respecto.
- Si van a usar disfraces, dejar que se los prueben previamente e incluso ir usándolo en casa los días anteriores, aumentando el lapso de tiempo en que los usan.
En niños con hipersensibilidad a las texturas o táctil, puede ser muy útil colocarse un pijama o ropa cómoda debajo del disfraz. Y considera que siempre está la opción de los disfraces caseros, adaptando alguna prenda que les resulte cómoda.
- En caso de usar máscara, probarla antes de comprarla, que se familiarice con ella, la toque, se la coloque y evalúe que sensaciones le genera, si la va a tolerar o le resulta abrumador.
Tengamos presente que no se recomienda el uso de máscaras ni de pintura en el rostro en niños con sensibilidad táctil en la cara. Además, como medida de seguridad, es importante que el niño tenga buena visibilidad.
- Evitar casas con decoraciones con luces intermitentes y que les generan miedo al igual que los ruidos fuertes, optando por calles luminosas, incluso puede ser una buena idea salir a recorrer el barrio mientras sea de día e ir por lugares conocidos.
Siempre acompañad@ para que en caso de necesitar contención tenga la seguridad de que estás cerca para él/ella.
- Pensar opciones de snacks saludables para niñ@s que no consuman golosinas o que presenten alergias alimentarias: podemos esconder fruta en espacio exterior, decorarla con temática de Halloween, ofrecer bolsitas con frutos secos cuando éstos no impliquen riesgo de asfixia, galletas caseras saludables, etc.
- Evaluar la posibilidad de festejar Halloween en familia, visitando la casa de personas cercanas y conocidas para ellos.
- La calabaza azul: una mamá estadounidense, Omairis Taylor, comenzó una campaña en la red social Facebook para concientizar a las personas sobre el autismo y para visibilizar a los niños y adultos con esta condición durante el festejo de Halloween.
La campaña invita a las personas a que, si ven a un niño o adulto con una calabaza o recipiente azul sepan que es posible que tenga autismo o algún desorden en el procesamiento sensorial y eviten presionarlos o invadir su espacio.
- Por último, evitemos o intentemos minimizar el riesgo de enojo o desborde emocional limitando el número de personas, actividades y la duración de las mismas.
Ayudémosle en la elaboración de frases como por ejemplo “¿cuándo es mi turno? “ o “por favor no me toque.”
Estemos atentos a sus señales de incomodidad, fatiga o irritabilidad para retirarnos a tiempo y llevarlos a un lugar conocido, seguro y más silencioso.
- Si bien Halloween no es un festejo que en nuestro país esté universalmente aceptado, así como tampoco son todos los niñ@s que disfrutan o desean participar de él, trabajemos para que los que sí quieran hacerlo sean incluidos y respetados, contemplando la diversidad.